La experiodista de Mega Paulina de Allende-Salazar demandó a la estación televisiva por una suma que se empina por sobre los 420 millones de pesos, argumentando graves incumplimientos laborales en su despido y acusando vulneraciones a raíz de las acciones efectuadas por la señal de Bethia tras su desafectación.
Y es que, cabe recordar, el pasado 6 de abril, mientras la profesional cubría las pericias por el asesinato del cabo de Carabineros Daniel Palma, la periodista sufrió un lapsus linguae en un despacho para el matinal Mucho Gusto, refiriéndose al fallecido policía como "paco".
Si bien, De Allende-Salazar buscó enmendar su error corrigiéndose en el acto, no impidió que la polémica escala rápido a nivel de redes sociales hasta llegar a oídos del general Álex Chaván –encargado de dar un punto de prensa con la actualización de los avances en la investigación– quien, frente a las cámaras de todas las emisoras televisivas, vetó a la profesional indicando que no emitiría declaración si ella se encontraba presente en la 4ta Comisaría de Santiago, lugar donde entregaría la información.
Ello motivó que, en paralelo, surgieran diversas críticas en contra de la actuación de la periodista en redes sociales, además de una ola de denuncias ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) por parte de los televidentes.
En consecuencia, dado el enorme revuelo que generó el accionar de Paulina de Allende-Salazar, Mega, horas más tarde, decidiría prescindir de los servicios de la profesional argumentando que su error había atentado contra el prestigio y la imagen del canal, comunicando públicamente durante la tarde de la misma jornada su decisión de despedir a la periodista.
El contraataque de Paulina de Allende-Salazar
Pues bien, a un mes y medio de que ocurrieran los hechos, Paulina de Allende-Salazar tomó la decisión de demandar a su exempleador; así consta en una demanda laboral ingresada a mediados del mes pasado ante el Primer Juzgado de Letras y del Trabajo de Santiago.
En la causa, inicialmente difundida por DF Más y observada con detenimiento por este Portal, se detalla el minuto a minuto de los incidentes que terminaron la periodista fuera de Mega, alegando en el cuerpo de la demanda graves incumplimientos a los códigos laborales en su desvinculación.
En tal sentido, dando cuenta sobre cómo se produjo su despido a escasas horas de retornar al canal, del escrito se desprende que "siendo las 03:00 pm aproximadamente y, una vez en la reunión citada, -donde se encontraba además del director ejecutivo Javier Villanueva, Gianfranco Dazzarola, director de Prensa- se me preguntó directamente qué había pasado. Procedí a explicar todo, indicando que la única vez que por error dije la palabra 'paco' procedí a corregirme de inmediato y que ello fue producto de la rapidez en la recopilación y entrega de ideas sobre la marcha de la contingencia de la cobertura periodística", se indica.
Pero ese argumento resultó ser insuficiente para Villanueva y el director de Prensa, en la medida que "el director ejecutivo pasó a señalarme que estaba despedida porque con lo sucedido yo habría dañado la imagen de Mega y porque además había muchas denuncias en el CNTV en contra del canal, lo que lo perjudicaba. A eso respondí que me se me estaba prejuzgando sobre algo que ni siquiera había sido acogido todavía por el Consejo Nacional de Televisión, y sobre lo que ya el canal estaba pronunciándose", se esgrime, recordando posteriormente que el mismo CNTV desestimó las denuncias en su contra.
Además de las circunstancias y los argumentos del despido, la profesional se refirió al comunicado difundido por la señal informando de su desvinculación, el cual, a su juicio, demostraría un "actuar malicioso, injustificado, e inmoral de la demandada respecto de su rol no sólo como empleadora, sino como actor social y medio de comunicación masivo llamado a informar veraz, oportuna y completamente sobre cualquier hecho noticioso, más aún si se encuentra involucrado", se señala en el escrito.
En el texto, se da cuenta que Paulina de Allende-Salazar estaría solicitando un total de $118.682.080 por el concepto de despido vulneratorio; $245.995.584 por indemnizaciones de término de contrato en virtud del tiempo que el vínculo laboral tenía proyectado en el tiempo con remuneraciones mensuales calculadas sobre la base de poco más de $10 millones; y $58.000.000 por daño a la imagen, daño anímico y emocional, y la "pérdida de oportunidad para mi derecho a réplica televisada por los actos que se me imputaron".
Los "gustitos" de Paulina de Allende-Salazar
Sin embargo, las exigencias no se reducen solo al dinero, en la medida que la profesional busca que se lea en el programa Mucho Gusto una carta redactada por su puño y letra dando cuenta de las eventuales vulneraciones que alega haber sufrido, exigiendo que ello sea transmitido a la 12.00 horas y que el contenido sea replicado en las plataformas digitales de Megamedia.
Por último, otra solicitud que llama la atención es la de que se "condene a la demandada a recibir una capacitación sobre Derechos Fundamentales del Trabajo, Libertad de Expresión y Ética Periodística realizada por el Colegio de Periodistas de Chile, impartida por quien esta entidad gremial determine, a todas las personas con título profesional de periodista o licenciado en comunicación, que ejerzan funciones en Megamedia, así como a los cargos gerenciales de esa organización, bajo requisito de 100% de presencialidad, salvo personas que acrediten contar con licencia médica. Ello totalmente costeado por la demandada, en los términos que plantee el Colegio de Periodistas de Chile", cierran las exigencias de la profesional en la demanda presentada contra Mega.