La tercera jornada del Festival de Viña estuvo a cargo de Marc Anthony. A eso de las 10 de la noche, el puertorriqueño se subió al escenario y de inmediato se ganó al público de la Quinta Vergara.
Su presentación era una deuda que tenía pendiente con sus fanáticos nacionales, ya que en 2015 estuvo a pasos de presentarse en el festival. De hecho, en aquella oportunidad el artista ya estaba confirmado pero, por problemas personales, canceló su visita.
Por ello, sus seguidores más fieles esperaban con ansias su regreso al certamen viñamarino, el mismo que en dos ocasiones (2009 y 2012) lo vio brillar con su reconocido estilo.
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Su show de esta noche no se diferenció mucho de sus anteriores presentaciones. Al ritmo de salsa y baladas, el cantante de 50 años hizo bailar al público que cantó a todo pulmón su extenso repertorio musical.
A la media hora de haber iniciado su show, una eufórica -y valiente- fan rompió los protocolos y se subió al escenario. Allí, con teléfono móvil en mano, logró tomarse una foto con su ídolo, quien incluso bailó un par de segundos con ella.
Al poco rato de este comentado hecho, Marc Anthony demostró su carismática personalidad al hacer un guiño a Becky G, cantante y parte del jurado que disfrutaba el show arriba de los hombros de Sebastián Yatra.
Es más, no sólo sus fans -que comenzaron a llegar a la Quinta desde las 7 de la mañana- y el jurado vibró con el espectáculo. Esto, pues para sorpresa de muchos, los animadores del Festival, María Luisa Godoy Martín Cárcamo, se sentaron en primera fila donde corearon junto al intérprete de "Valió la pena".
Cerca de una hora y media duró su presentación, con un setlist cargado de hits y la latente ovación de 15 mil personas que pidieron a gritos entregarle su segunda Gaviota, a los segundos de haber recibido la de Plata.
"¡Qué viva la salsa!", dijo Marc Anthony, agregando que "no hay ningún lugar en el mundo que se sienta como estar en Viña. Los quiero tanto, voy a seguir representando a mi gente de Chile".
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