Fue en noviembre pasado cuando Marlen Olivari sorprendió al anunciar su candidatura a la alcaldía de Viña del Mar, y desde entonces, con una nueva imagen, la otrora modelo ha enfrentado los prejuicios de su pasado televisivo.
Y es que, como se ha visto en redes sociales, tras esta noticia ha recibido diversas críticas, recordando en específico sus tiempos como showoman. No obstante, dice sentirse orgullosa de todo lo que ha vivido.
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"Estoy orgullosa de mi pasado porque eso me ayudó a estudiar, a no depender de un tercero y a poder enseñarle a Lorenzo, mi hijo, que todo se gana con esfuerzo", comentó en conversación con Publimetro. "Me parece súper natural que haya quienes miren con escepticismo", agregó.
Dejando de lado los prejuicios, Olivari está enfocada en su nueva faceta, siendo una alternativa a las actuales figuras políticas. "Cómo no voy a entender a la gente, si los políticos por décadas nos han mentidos, nos han prometido y nos han 'embolinado la perdiz' con palabras bonitas. Yo tampoco les creo, por eso no pido que a priori me crean a mí", dijo.
En este sentido, explicó que decidió incursionar en el mundo de la política al percatarse que "seguimos sin ser escuchados, sin ser tomados en cuenta; el político se nubla con sus intereses de partido, no se quema por su gente". Por ello, su principal objetivo es ayudar a las personas y "ser su voz" en retribución de "tanto cariño me ha dado".
Tal como expresó en otras entrevistas, postulará como independiente al sillón edilicio. Esto, porque ser un "títere político" es algo en lo que no quiere caer. "Tengo autonomía de pensamiento, de gestión, ideales y de saber el cómo gestionar soluciones reales sin amiguismo ni favores políticos, es lo que me mueve. Hoy vemos cómo alcaldes no conocen la realidad de sus comunas; muchos de ellos ni siquiera viven allí y se lanzan porque su partido así se los 'pide'", sostuvo.
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