En la edición de este martes diario El Mercurio publicó su editorial en la que se defiende la libertad de expresión tras los múltiples cuestionamientos que ha recibido La Red en las últimas semanas.
Sin embargo, en el mismo texto el influyente diario desliza una dura crítica a los programas de la señal privada, que recae también en la labor de Eduardo Fuentes en la entrevista a Mauricio Hernández Norambuena en Mentiras Verdaderas. Esto, a raíz de la formulación de cargos por parte del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) al canal.
"Más allá de los reparos que pueden hacerse por el pobre trabajo periodístico, en que el entrevistador se deja llevar por el entrevistado, sin contextualizar ni controvertir sus expresiones, es delicado que se acuse a un medio por no haber ejercido la libertad de expresión de manera 'pluralista' y por la 'carencia de diversidad política' en quienes participaron", indica el medio.
A lo anterior, agrega que "el criterio de exigir de esta forma el pluralismo a un medio de comunicación, más aún a un programa concreto, termina afectando la libertad editorial de los medios para fijar sus propios contenidos".
Políticamente Incorrecto
El editorial, además, hace referencia a la polémica en torno a un sketch del programa Políticamente Incorrecto, también de La Red, el cual "no hay dudas de que debe considerarse amparado por el ejercicio de la libertad de expresión".
"Puede comprenderse la molestia del Ejército por lo que consideran un trato injusto que afecta el honor militar -la escena era poco graciosa y se desprendía una intención política de dañar a la institución-; sin embargo, en estas materias tan delicadas, cabe esperar que cualquier respuesta se haga por los conductos regulares del Ministerio de Defensa", apunta el diario.
En esa línea, agrega que "no resulta sano para nuestra institucionalidad democrática ni para el propio Ejército el verse envuelto en este tipo de controversias, que dan pie a diversas interpretaciones, realzan el programa al que critican y, en definitiva, generan un ruido político en que es la propia institución la dañada".
"Al contrario, el que algunas reacciones políticas así lo hayan sugerido es otra muestra del referido oportunismo con que distintos sectores abordan las cuestiones relacionadas con esta garantía básica", concluye la editorial.