Esta noche el humor del Festival de Viña estará en manos del irreverente Jorge Alís. Después de cinco años de su debut en la Quinta, el argentino regresará al escenario gracias al cual se hizo un nombre en nuestro país.
Pero lejos de cuestionar si conquistaría al "Monstruo" viñamarino o no, en su conferencia de ayer la preocupación recaía en otro punto: desde el viernes está disfónico.
Según comentó a los medios, su salud se deterioró al contagiarse un virus que "agarré de mi hijo, está toda mi familia enferma".
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Quien fuera el primer standapero en presentarse en Viña, tiene un doble desafío. No obstante, pese a la preocupación, Alís se toma con humor este percance. "Espero que se me pase hoy, Dios quiera. Iré de rodillas a Lo Vásquez. Una mierda, pero Dios me va a ayudar", dijo.
En esta misma línea, el trasandino descartó rotundamente cancelar su show. Por ello, está combatiendo el virus con remedios caseros, como el jengibre, cebolla y miel. Hasta este martes, el comediante afirmaba que estaba mejorando.
La rutina que tiene preparada para este regreso
En 2014, año en que se subió por primera vez a la Quinta Vergara, Jorge Alís conquistó al público con una rutina en la que se burlaba de las diferencias entre chilenos y argentinos.
Y para esta cuarta jornada del Festival, el artista continuará por la misma senda de contrastar ambas sociedades. Además, sostuvo que incluyó en su guion el tema de la inmigración y los extranjeros.
"Este nuevo Chile nos hace ser de una manera distinta, nos hace pensar cosas que no decimos y hay una cosa bien clara, y es hacia donde apunta mi texto: este momento de la sociedad donde uno piensa las cosas y no las dice. Y el argentino dice las cosas, y no las piensa. Y esa sensación que está en el medio es la que transmuté", explicó.
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