Así sería el perfecto "animador-Frankenstein" de JP Queraltó

Juan Pablo Queraltó - El último pasajero

Distendido y cercano, el notero de Chilevisión Juan Pablo Queraltó armó su prototipo de animador para las pantallas de la televisión chilena.

Y es que, en la más reciente "entrevista canalla" de The Clinic, el periodista del canal dependiente de Paramount -quien hoy por hoy realiza despachos desde distintas localidades del litoral central- se refirió al rol que ejecuta.

"Se juntan, no sé, cerca de doscientas personas. Y me van siguiendo. Es una procesión", señaló de entrada respecto a la anecdótica cantidad de gente que ha visto al momento de realizar despachos para el matinal Contigo en la mañana.

Por otra parte, respecto a la posibilidad de hacer de animador en programas de importancia mayor dentro del canal, Queraltó descartó la opción, asegurando que "no tengo la ambición de ser primera línea (...) No se me cae el pelo por ser un animador de estudio", expresó, agregando que su rol es más bien "polifuncional. Eso me acomoda bastante".

En seguida, sobre la misma, añadió que "me gustan los programas de concurso. Ya hice El último Pasajero… quizás por ahí se generen los espacios para ser un primera línea… Pero no hay que etiquetar", dijo.

Sin embargo, uno de los momentos más curiosos e interesantes del diálogo se produjo cuando se le pidió a Juan Pablo Queraltó "armar" a su animador-Frankenstein perfecto para la televisión criolla.

En ese sentido, el movilero del matinal de Chilevisión no tuvo reparos para apuntar que "tomaría la experiencia de Don Francisco (...) Tomaría el virtuosismo de Rafael Araneda para animar masas. Tomaría el cariño y la nobleza de Martín Cárcamo (...) Tomaría la risa de Pancho Saavedra (...) Y, bueno, tomaría…la sencillez de Queraltó (...)", complementando con que el físico de este prospecto sería como el "de Julián Elfenbein, sin duda. Es un huevón alto y es perfecto".

Ya hacia el cierre de la entrevista, se le consultó si acaso percibía que la televisión chilena estaba pasando por un mal momento, a lo que el periodista contestó, pensando en las audiencia que "no creo que vaya en declive. Yo noto mucha cercanía con los jóvenes y con los abuelitos", señalando que "yo no creo que (la televisión) esté mala. Lo que pasa es que ya no están los recursos de antes", expuso casi al final del diálogo.

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