La periodista de Mega Andrea Arístegui fue víctima de un robo por sorpresa mientras se encontraba transmitiendo en vivo desde su cuenta de Instagram.
Y es que, desde hace unos días, la profesional de la señal dependiente del Grupo Bethia se encuentra en Brasil reporteando y tomándole el pulso al clima electoral que se vive en dicho país por los comicios presidenciales que tienen como principales candidatos a Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva.
En este contexto es que Arístegui se encontraba informado a sus seguidores sobre el conteo de votos a horas de que se conocieran los primeros resultados de los sufragios, cuando sufrió el sorpresivo robo de su teléfono móvil, lo cual en seguida fue notificado por quienes estaban pendientes de la transmisión.
"Estaba transmitiendo por Instagram live y vino alguien en bicicleta y me quitó el teléfono (...) no me di cuenta, claramente, y siguió (la transmisión)", señaló Arístegui a un periodista del medio argentino Todo Noticias, quien advirtió el hecho y acudió en seguida a consultarle.
"No es primera vez, porque ayer estábamos aquí mismo y pasó otro chico en bicicleta y trató también de robarnos cosas", relató Arístegui, dejando entrever que el equipo de Mega ya había sido asediado antes por delincuentes locales.
Asimismo, la periodista reveló que no ha sido la única profesional de las comunicaciones víctima de la delincuencia en Brasil, toda vez que otros reporteros ya habrían sufrido el robo de sus pertenencias a través del método popularmente conocido como lanzazo.
"Ahora que me robaron el teléfono dos periodistas me dicen que ya llevan tres teléfonos que se han robado aquí mismo, no sé si hoy, pero estos días, que saben que los periodistas estamos acá, transmitiendo, todos con muchos teléfonos, muchas veces distraídos y concentrados en esto... y esta vez me tocó a mí", dijo la periodista de Mega.
Asimismo, más allá de lamentarse por la pérdida del objeto material, Andrea Arístegui indicó que este tipo de hechos ponen trabas al ejercicio periodístico en un contexto donde la velocidad de la información es clave: "dificulta el trabajo, es lo que más lamento, después el tema del teléfono propiamente tal, pero es una dificultad en estos momentos en que más necesitamos estar conectados", cerró.