En entrevista con su propio medio, el periodista y crítico de televisión y espectáculos de diario La Tercera, Rodrigo Munizaga, desmenuzó las principales claves del incidente protagonizado por José Miguel Viñuela en el matinal de Mega Mucho Gusto.
Y es que, cabe recordar, el panelista del segmento matutino efectuó un repudiable episodio cuando, en vivo y en directo, decidió cortar la coleta del camarógrafo José Miranda con la cuestionable intención de “hacer reír”.
Sin embargo, lejos de lograr dicho efecto, Viñuela ha tenido que afrontar una serie de duras críticas por diversos rostros del mundo del espectáculo y los propios televidentes, obligando tanto al animador como al canal a excusarse de lo ocurrido.
En este contexto, es Munizaga analizó el hecho en relación a la figura de Viñuela y su posición de poder en relación a los abusos cometidos en contexto laboral, señalando que “él se equivoca cuando dice que no tiene poder. Sólo alguien con poder puede decir eso: tiene una posición de privilegio, un sueldo de privilegio y un trabajo de privilegio en el canal más visto de Chile. Eso es tener poder".
Agrega: "él le corta el pelo a un camarógrafo, pero sin duda no lo habría hecho a los hijos del dueño del canal si hubiesen estado en el estudio. Lo hace porque cree que puede. Una curiosidad que justo sea por el pelo, para alguien que ha gastado mucho dinero para ponerse pelo debido a su alopecia y, por tanto, le da muchísima importancia al pelo. No entiendo que él no vea eso”, dijo el crítico.
Eso sí: también reconoce que “Viñuela se equivocó, pero rápidamente hizo lo que debe hacer un rostro: pedir disculpas”, destacó.
En esa misma línea, Rodrigo Munizaga, cuadrándose con la opinión de otras figuras televisivas sobre el caso, enfatizó en la responsabilidad del equipo del canal en el acto.
“Lo peor, creo, es que el canal no haya pedido disculpas y crean que no tienen responsabilidad: hay un director, un productor ejecutivo, hubo música de fiesta. Las animadoras me parece que no atinaron a qué hacer, porque era una escena extraña para ser real. Intentar impedirlo era obligación de la dirección y producción del programa, no de ellas”, expresó.
Ya en un análisis más profundo, el periodista se dio la licencia de observar el actual plano social y la sensibilidad del público frente a estas conductas, indicando que “las sensibilidades han cambiado velozmente en el último periodo (…) lo de José Miguel Viñuela habla de un extravío no solo suyo, sino de casi todos los rostros de TV respecto de lo que hoy se puede o no hacer o decir. La televisión chilena históricamente hizo bullying, pero entonces era permitido o gracioso que Mario Kreutzberger, Enrique Maluenda, Alejandro Chávez o Domingo Sandoval se burlaran del público que iba a sus programas”, culminó Munizaga.