Desde su accidentada participación en la teleserie de Televisión Nacional (TVN), El Camionero, en el año 2016, que el destacado director Vicente Sabatini no se hacía cargo de la dirección de una ficción.
Sin embargo, una nueva oportunidad apareció para él este año cuando se incorporó a las filas de la productora AGTV -propiedad de Pablo Ávila- donde es la cabeza tras la nueva teleserie de Canal 13, Amor a la Catalán.
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En entrevista con Publimetro el profesional se refirió al éxito de esta nueva apuesta dramática de la señal, la que durante sus emisiones ha logrado aumentar la sintonía del horario en cuatro puntos de rating. Esto, gracias a que su debut tuvo lugar estratégicamente después del encuentro entre Chile y Argentina por Copa América.
«Estoy completamente de acuerdo con la estrategia que usaron. Yo creo que el canal logró el objetivo. Nos dieron visibilidad. Nos vio un público muy mezclado, porque el episodio se dio tres veces», dijo.
Además, Sabatini se refirió a la escueta sintonía que tiene en la actualidad la nocturna Río Oscuro y que provocó, en cierta medida, la decisión de reubicar Amor a la Catalán al horario prime, donde aseguró que la primera tiene un «nicho potente, importante, no masivo pero muy relevante a nivel de redes y sonoro», mientras que la ficción que él dirige es una historia «clara, fácil de seguir y que convoca a una audiencia muy amplia», sostuvo.
La clave del éxito
Vicente Sabatini más que nadie sabe lo que es vivir de éxitos. Prueba de ello son la decena de producciones en ha encabezado, por lo que tiene bien claro cuál es el camino para lograr que el producto-audiencia logre una buena relación.
«Tú te conectas o no con las audiencias por los más diversos caminos. Es un fenómeno que tiene cierta magia, que es inexplicable y que responde a cierto análisis conceptual por donde hacer una apuesta. Eso resulta o no. La gente no hace ese juicio cerebral», manifestó el profesional.
«Elige ver aquello donde encuentra lo que busca, que es entretenerse, emocionarse y acceder a temas y mundos que no tiene acceso a su cotidiano», añadió, además de establecer que la virtud de Amor a la Catalán es su historia dirigida a un adulto, pero que las puede entender un niño.
«Lo que más me gusta en la vida»
En relación a su regreso a la dirección de telenovelas, confiesa al matutino que este trabajo «es lo que más me gusta en la vida», donde reflexiona, además, que ha sabido entender a las nuevas generaciones y los nuevos desafíos que propone un medio en crisis como la televisión.
«He aprendido a escuchar, a dejar espacio porque hay mucha gente joven muy buena, llena de ganas y entusiasmo. Es algo que antes hacía menos. Cuando uno es joven, como que no tiene la predisposición de escuchar demasiado. Tengo más paciencia que antes, lo que es raro», dijo el director.
Con respecto a la crisis de las Áreas Dramáticas de algunos canales, Sabatini afirma que «lo que pasa es que el capital de riesgo en la industria de la ficción es muy grande. Hay que tener espalda para poder invertir y tomar el riesgo y eso TVN ni soñarlo va a poder hacerlo en el estado que está», sentenció.
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