Alejado de la televisión desde su salida de Mega, en febrero pasado, Rodrigo Herrera alista el estreno de su nuevo programa: Siempre Pasa Algo, en el que compartirá con los periodistas Pablo Aravena -Premio Nacional de la orden- y Gaby Dagninos y el exfutbolista Cristian Basaure. El espacio podrá verse a través de las plataformas YouTube y Facebook Live.

Ad portas del debut, el periodista conversó en exclusiva con El Filtrador, donde también analizó los complejos meses que ha enfrentado Mucho Gusto, matinal donde participó como panelista.

Este miércoles debuta el programa Siempre Pasa Algo por YouTube. ¿Cómo surgió la idea de realizar un proyecto así?

Esta cuestión nació porque a Pablo Aravena lo echaron de El Mercurio hace un par de meses. Me acuerdo que le escribí por Twitter y le dije: ‘Pablo, tenemos que hacer algo’. Empezamos a conversar y claro, en un principio la idea era hacer un proyecto para presentarlo a una radio, pero después nos empezamos a dar cuenta de que habían plataformas que podían ser interesantes para partir rápido y tratar de darle un poquito de calidad. Esperamos que esto sea el primer paso para algo muy importante.

El anuncio del programa ha tenido buena recepción en redes sociales e, incluso, algunos tuiteros les han sugerido temas para abordar…

Es un desafío porque claramente lo que nos mueve es el fútbol, pero yo creo que también hay que llevar deportes que son de relevancia, o a lo mejor no tan populares. Pablo ahí es el que más defiende el golf porque es un experto en golf, así que de seguro vamos a incorporar esa área y otras más. La idea es también tener un entrevistado del ámbito del deporte en cada programa.

¿Cuál será la esencia del espacio y qué aspectos cree que lo diferencian de programas deportivos emitidos por televisión?

Primero la agenda. Tenemos mucha libertad para decir de todo y eso es una cuestión que se agradece en este minuto. Segundo, que nosotros queremos entregar una enorme cantidad de información y ser muy ágiles. Y tercero, queremos enfocarnos netamente en materia deportiva. Yo sé que hay muchos espacios que atraviesan hasta lo social, pero nosotros no queremos generar anticuerpos de ningún tipo. Queremos que sea solo de deportes, específicos para un público duro de dicho deporte.

En los últimos meses, como consecuencia de la pandemia, varios han sido los rostros que han estrenado programas online, fenómeno al que también se sumó usted junto a Kathy Salosny y José Antonio Neme. ¿Cree que las redes sociales son la nueva televisión?

Hoy se está viendo un alza en la calidad y en la factura de los productos, y eso ocurre porque durante mucho tiempo personas que se dedican a las comunicaciones no se preocuparon de las redes. Entonces, producto de todo lo que ha ocurrido, con la cesantía que se ha generado y la obligación de quedarse en casa, yo creo que los creativos y las personas que tenemos cierta expertise en las comunicaciones nos volcamos a las redes y tratamos de darle un matiz de orden y de apuntar a una mayor calidad. Yo creo que esas cosas empujan para arribar un recurso que estaba olvidado por parte de la gente que trabajaba en televisión.

El deporte y los eventos masivos han sufrido un duro revés producto del COVID-19. ¿Cree que se puedan retomar estas actividades al mediano plazo?

En particular, en el caso de fútbol, yo creo que la fecha que está propuesta, que es la del 14 de agosto, se hace inviable. Septiembre podría ser una buena fecha, porque también hemos visto que en Europa, específicamente Alemania, volvió el fútbol y hasta el minuto no hay ningún caso de contagio de personas que hayan asistido a un  evento o un partido.

«Es importante ya comenzar a preparar ese escenario para que el fútbol vuelva. Pero también me preocupa harto el deporte olímpico. Conocimos el caso de la nadadora Bárbara Hernández, que tenía que entrenar en un basurero. Eso no está bien. Hay otros deportes competitivos que podrían volver perfectamente, como el tenis, sin público, con dos jugadores, dos camarines distintos, que nunca se ven, perfectamente podría estar funcionando. Lo mismo que el golf profesional. Porque nos estamos retrasando con los Juegos Olímpicos y corremos el riesgo de tener menos representación», agrega el periodista.

Mucho Gusto

Desde su salida de Mucho Gusto (Mega), Rodrigo Herrera cuenta que ha visto poco el matinal del que fue parte por «una cosa sentimental». No obstante, aclara de inmediato que «le deseo lo mejor a ese equipo porque es tremendo».

¿Qué opinión le merece el cambio que ha tenido el programa apuntando a contenidos más informativos?

La estructura del actual Mucho Gusto no la encuentro muy atractiva. Siento que su fuerte era entregar energía positiva, tratar de acompañar, independiente del tema que se tocara. Siempre había vocación de la entrega, de una buena energía. Y eso la gente lo valoraba.

En esa línea, el comunicador destaca que después del estallido social el espacio logró dar un giro con éxito en sus contenidos. Sin embargo, «luego vino un giro ideológico, que en el fondo se quiso mantener el orden establecido y ahí la posibilidad de navegar se hizo más estrecha para el capitán y el barco empezó a flaquear».

El giro editorial del programa dio paso a una extensa discusión. Se ha llegado a hablar de que la fórmula de Mucho Gusto se desgastó. ¿Comparte esta opinión?

Que el Mucho Gusto haya durado seis años como el número uno es harto y evidentemente tiene su desgaste. Pero el desgaste de los formatos tiene que ver con el desgaste de las personas. En un viaje tan largo las relaciones van cambiando. No que se pongan malas, pero seis años es un viaje muy largo. Hay que saber lidiar con esa evolución de las relaciones

¿Siente que esta ‘caída’ del matinal se desencadenó con la seguidilla de salidas que hubo, como la suya, la de Luis Jara y Patricia Maldonado?

Mirándolo en perspectiva, más allá de los liderazgos que mantuvo, el matinal que se conoció y que fue exitoso comenzó a desarmarse con la salida de la Kathy Salosny. Yo creo que ahí empezó una situación que no se pudo navegar. Pero ojo: todavía sería navegable, el tema es que a raíz de todo lo que ocurrió con el estallido social y la pandemia el canal le demandó a la estructura del programa una realidad que le terminó perjudicando. En otro canales uno veía cómo Julio César Rodríguez, que es un conductor empoderado, es capaz de emplazar a Moreira y Navarro, indistintamente y con una personalidad y una fuerza que uno lo encuentra notable. Eso hoy día sería imposible en Mega porque sería mal visto. Ese error de la perspectiva es lo que terminó por limitar las herramientas que tienen los conductores y el propio programa.

Al respecto, Herrera argumenta que los ejecutivos del canal no estaban preparados para absorber esos cambios, haciendo hincapié en la «revolución» que tuvo la señal en 2014 cuando fortaleció el Departamento de Prensa y el Área Dramática. «Compró sintonía, armó su estructura, echó a andar el buque, pero de ahí poco y nada ha cambiado. El canal sigue navegando con la estructura de 2014 y no han sabido responder, cómo cambiar el rumbo», comenta.

Caso Viñuela

¿Ha podido hablar con José Miguel Viñuela, su excompañero en el matinal, tras el comentado episodio que protagonizó?

Lo lamento mucho. Yo hablé con Jose en su minuto. Evidentemente que lo que pasó fue muy negativo, jamás debió haber pasado. El mismo Jose está de acuerdo con eso. Pero para mí, emocionalmente, lo que marcó un antes y un después fue la partida de Pablete (exproductor ejecutivo del matinal). Ver que por estas cosas termina marginándose, saber y tener la certeza que él jamás hubiera ordenado a Viñuela a hacer eso, me da pena porque es una derrota que él no merece. Pero también hay una víctima que es José Miranda (camarógrafo afectado por el incidente). Yo lo conozco, sé que es una persona muy introspectiva, pero muy inteligente. Yo creo que se vio superado por las circunstancias y evidentemente él es la primera víctima de todo esto», sostiene.

¿Cree que las críticas y funas en contra de Viñuela son justificadas?

Yo creo que a la gente se la ha pasado la mano. Jose puede representar muchas cosas, pero no es una mala persona ni mal intencionado. Es una persona que puede cometer errores y él está consciente que los cometió. Entonces la carnicería que se hizo con él es injusta porque lo colocaron como un símbolo de algo que tal vez no representa del todo.

Futuro en la TV

¿Le gustaría volver a la televisión? ¿Tendría algún programa propio? ¿De qué tenor?

Depende del proyecto. Yo me siento bien versátil, me gusta mucho el deporte, sé que en lo informativo he tenido una expertis de 22 años. En el caso de los matinales alcancé a estar 5 y creo que me manejé súper bien, pero hay que ver ahí la posibilidad. Tengo muy en claro que hoy los medios no están contratando gente, entonces este momento es para desarrollar otras plataformas y cuando llegue (oferta laboral), pucha evidentemente que lo voy a valorar en todo sentido.

¿Seguiría en la línea de lo deportivo?

No me quiero encasillar en una área, pero yo siempre supe, porque es mi naturaleza primaria, que lo primero que iba a hacer iba a estar vinculado con el periodismo deportivo porque es donde más me he desarrollado. Pero si me lo preguntas ahora iría por un programa propio de deportes y entrevistas, es lo primero que se me viene a la cabeza. También tengo mucho interés por el mundo de las artes y la cultura, que está tan abandonado en este minuto. Me gustaría tener un programa acerca de los procesos creativos. Sé que eso es más bien de nicho y no para la televisión abierta, pero ese tipo de cosas me parecen súper interesantes explorar.

¿Le han ofrecido enrolarse en otro canal como comentarista de deportes?

En este minuto no porque todos los canales están copados, más encima el deporte no es la prioridad ahora. Pero bueno, hay que esperar. Yo estoy tranquilo y también tengo conciencia del momento que estamos viviendo. Por lo tanto, como le digo a todo el mundo, son años o meses para sobrevivir y ya veremos lo que pasa con el resto.